Las palabras matarán nuestros morbosos silencios, el pestañeo de nuestros ojos irá difuminando la imagen de nuestros cuerpos enroscados y así es como cada beso se convertirá un adiós a largo plazo.
Creo en lo que veo, no creo en el amor, pero sí que creo en el dolor y el sufrimiento, no todo es negativo, también creo en la voluntad y la fuerza.
Quiero enamorarme. No sé qué está más vacío, si mi cama o mi corazón.
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